Este 2021, el turismo seguirá marcado por la pandemia del Covid-19. Una realidad inevitable que, si bien debería ser menos dura que el 2020 producto de la llegada de la vacuna, no estará exenta de mantener al sector turístico y de servicios en un estado de extrema vulnerabilidad y precariedad, ya que la vacunación masiva recién podría ser una realidad el segundo semestre.
Esta incertidumbre y vulnerabilidad, de hecho, seguirá latente en la mejor época del año, el verano, ya que seguiremos sometidos a los vaivenes de las medidas restrictivas que implican el avanzar o retroceder en libertades dependiendo del nivel de contagios.
Entonces, las apuestas a cierto grado de normalidad se darán el segundo semestre, por lo que las vacaciones de invierno y las Fiestas Patrias de septiembre podrían ser una buena época para recuperar en algo al sector turismo interno y, en general, todo el invierno, para levantar el turismo de larga distancia.
En este sentido, como región, tenemos una gran oportunidad si somos capaces de aplicar medidas sanitarias adecuadas en nuestras empresas, si se logra un cambio cultural para asumir prácticas sociales preventivas y si podemos ser innovadores en las ofertas de productos turísticos locales.
Todo esto, con un apoyo real y decidido de las autoridades regionales y nacionales, ya que lo realizado por el gobierno, hasta ahora, ha sido simples medidas parches y voladores de luces que no han colaborado en nada en salvar y proteger a las pymes turísticas de Arica y Parinacota.
Udo João Gonçalves Flores
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