Luego de estrenar la obra en el cierre del año escolar intercultural 2024 del Servicio Local de Educación Pública Chinchorro, la compañía de danza contemporánea Jallalla busca llegar a más espacios educativos regionales o nacionales con “Sinónimos del interior”.
Con ocho años de trayectoria en la investigación del lenguaje andino contemporáneo, la compañía Jallalla crea esta nueva obra de arte con el propósito de acercar esta expresión artística a un público más familiar a través de la vinculación con la educación.
La bailarina, coreógrafa y directora de compañía Jallalla, Vanessa González Álvarez, explicó que “el objetivo de la obra fue que el lenguaje de danza andino contemporánea llegue a la familia a los niños y niñas a través del espacio educativo. Durante 2024, trabajamos con estudiantes de las escuelas más periféricas de Arica y, al cerrar el año, los llevamos hasta el Teatro Municipal para que conocieran la experiencia de observar la obra y también ser parte de ella”.
“Sinónimos del interior” trata sobre la bajada de la mujer andina, desde el altiplano en la cordillera de los Andes, hasta la ciudad en la costa, en diversos tiempos históricos no secuenciales, en esta instancia, con el propósito de acercar la experiencia al público educativo, en algunas escenas, participan estudiantes de primer ciclo de básica de la Escuela Jorge Alessandri Rodríguez.
“La obra fue creada para continuar como un importante material didáctico y educativo, el arte es una herramienta importante del área educativa y el objetivo es llegar a más espacio locales o nacionales”, agregó González.
PASCUALA ILABACA
En la trayectoria artística de la directora de compañía Jallalla, hay una fuerte vinculación con la cantautora nacional Pascuala Ilabaca, con quien han realizado residencias artísticas, talleres, presentaciones y videoclip. En “Sinónimos del interior”, se desarrolló una curatoría con su música para dar vida a las diferentes escenas que representa este viaje al reconocimiento de la identidad cultural.
“Ocupamos la palabra interior para decir que vamos a territorios de origen, pero también es el interior del corazón, cuando la infancia andina está preparándose para nuevas experiencias. La obra comienza con el período inicial en el pueblo de origen, con un huayno, celebrando carnavales, representando la nostalgia porque luego llega la separación con la cultura indígena”, explicó Vanessa González.
Este viaje continúa con una caminata por el desierto, el encuentro con geoglifos y un primer acercamiento con la costa a través del elemento natural del viento. “Acá, se usan temas del EP ”Lucero Canción” y LP “Sea como Sea”, que es más afro contemporáneo, representando un no tiempo, que nos lleva a pensar en esclavitud y contaminación de la cultura occidental. Esta escena está inspirada en una investigación personal por Sudamérica y sus ritmos de raíz”, indicó la bailarina.
Este viaje visual, sonoro y emocional continúa con el vals criollo, ya de frente a la ciudad, y finaliza con ritmos actuales de danzas de carnaval donde se representa el apoyo comunitario entre mujeres. “Se muestra cómo el cuerpo puede mantener la resistencia para continuar, ritualmente en comunidad, y se mantiene con generaciones nuevas”, acotó González.
Una experiencia para no despegarse del asiento durante 35 minutos, con la interpretación de cinco bailarines, perfecta para disfrutar en familia y con una invitación a reflexionar sobre la identidad, las raíces, el territorio y el crecimiento personal.