Con un intenso sabor que la ha llevado a la fama nacional e, incluso, mundial, la aceituna de Azapa es el producto característico de la región que no quiere desaparecer.
Si bien sigue siendo un bocado cotizado por paladares de Chile y el extranjero, destacando su identidad con la Indicación Geográfica que entrega el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, cada vez, hay menos productores y predios donde se cosecha la aceituna, lo que ha llevado a diversas instituciones a tomar acciones al respecto.
Una de estas acciones es el proyecto FIC que está ejecutando la Universidad Alberto Hurtado con financiamiento del Gobierno Regional de Arica y Parinacota para activar el comité de administración del sello de origen de la aceituna de Azapa.
Se imaginan llevar años preparándose para una maratón y no correrla. Esta es la analogía con que los académicos de la Universidad Alberto Hurtado han graficado lo que ocurre con la Indicación Geográfica de la aceituna de Azapa al no contar con el comité de administración, ya que, sin el comité, no se puede utilizar el sello.
Héctor Bravo Román, consultor internacional en desarrollo rural, académico de la Universidad Alberto Hurtado y coordinador del proyecto “Innovando en la gobernanza del Sello de Origen para el Orégano y la Aceituna de Azapa de Arica y Parinacota, introduciendo tecnologías de información y comunicación”, explicó que, si bien el comité ya está formado, no ha operado.
“La idea es empezar a definir tareas en concreto, reactivar esta instancia de gobernanza para que cumpla con su rol de proteger, visibilizar y comercializar el producto. En lo formal, el comité está constituido, pero no opera por un tema transversal en emprendedores que es la falta de voluntad asociativa. Les cuesta trabajar en conjunto, además se han talado algunos olivos en el valle, se han instalado otros cultivos y se han vendido parcelas. Lo que, en algún momento, fue una organización que unía a un gran número de productores se ha ido debilitando: los productores son menos, el volumen de producción es menor y los predios dedicados a esto también son menos”, detalló.
Roxana Gardilcic, presidente de la Asociación de Olivicultores del Valle de Azapa (Asova), explicó que el comité estará compuesto por una persona de la Municipalidad de Arica, olivicultores y comercializadores, trabajando juntos por asegurar la calidad de un producto regional.
“El sello de indicación geográfica o sello de origen, también avala la calidad del producto y para verificar esta calidad, es necesario que se conforme el comité, donde una gama de personas interactúan en función del olivo para tener una mejor aceituna. Para la conformación del comité se necesita, no solamente que estemos dispuestos a participar, si no que también se necesitan recursos, ya que hay que hacer un levantamiento de información sobre los olivos, verificar cuál es la producción y si se mantienen los parámetros para proteger la marca. Esta marca de indicación geográfica no es sólo de la aceituna, es de la región, por lo tanto, la región debe comprometerse a mantenerla en el tiempo”, aseguró la dirigente.
PRODUCTORES
Los productores están esperanzados en avanzar con el comité para potenciar el producto y sus negocios.
Arturo Almonte, pequeño productor, mencionó que hay ciertos procedimientos y normas que hay que cumplir para exportar en forma directa o en grupo, “actualmente, es poca la producción en el valle de Azapa, pero su calidad es única en el mundo”.
Ana Vizcarra Cruces, administradora de El Pedregal, manifestó que se trata de una “súper buena iniciativa, nos va a ayudar a diferenciarnos y potenciar la empresa. Muy bueno que se estén destinando recursos a esto. Los olivicultores queremos que la aceituna de Azapa sea reconocida, el objetivo es usar el sello y que nuestros productos se vendan con él”.