La Corporación Nacional Forestal (Conaf) de Arica y Parinacota identificó tres ejemplares de cactus candelabro (Browningia candelaris) en situación crítica, amarrados con cables y cubiertos de cartones, a la altura del kilómetro 77 de la ruta internacional 11 Ch.
La inspección fue desarrollada por los departamentos de Evaluación Ambiental y Fiscalización Forestal, y de Ecosistemas Boscosos y Xerofíticos.
Esta especie cactácea icónica del altiplano chileno, cuyas imponentes estructuras contribuyen al paisaje cultural y natural de la región, está en categoría de conservación vulnerable de acuerdo al décimo quinto proceso de Clasificación de Especies (MMA, 2020). Además, está incluida en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora Silvestres (CITES, según su sigla en inglés).
Por ello, Conaf realizó un llamado a la ciudadanía para que respete y valore la biodiversidad de los ecosistemas locales y que colabore activamente con su conservación, para garantizar la supervivencia de estas especies y la preservación de sus hábitats.
“La familia cactaceae desempeña un rol crucial en los ecosistemas xerofíticos debido a sus múltiples funciones ecológicas. Estas plantas actúan como reservorios de agua en zonas áridas y semiáridas, proporcionan hábitat y alimento a diversas especies de fauna, y contribuyen a la estabilidad del suelo, previniendo la erosión”, explicó Jean Pierre Villegas, jefe del Departamento de Evaluación Ambiental y Fiscalización Forestal de Conaf.
FISCALIZACIÓN FORESTAL
La inspección, en terreno, se realizó en respuesta a una alerta emitida por el Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf, que informó sobre la presencia de ejemplares de cactus candelabro que podrían ver afectado su estado fisiológico.
En el lugar, el equipo especializado tomó registros de los cactus, evaluando signos de daño mecánico, presencia de plagas o enfermedades y condiciones hídricas del entorno inmediato.
Villegas agregó que el browningia candelaris, en particular, es una especie constantemente amenazada por las actividades humanas, como el sobrepastoreo, la expansión de la frontera agrícola, el tráfico ilegal de plantas ornamentales y el cambio climático.
Finalmente, se informó que existirá una coordinación con las autoridades para asegurar que estos ejemplares sean protegidos de manera adecuada, “ya que el trabajo conjunto entre organismos públicos, comunidades locales y la sociedad en general es clave para proteger la diversidad biológica y mantener el equilibrio ecológico de los frágiles ecosistemas xerofíticos de nuestra región”.