Hay trabajos que son silenciosos, pero repletos de cariño. Esto es lo que ocurre en el retén de Carabineros de San Miguel de Azapa, lugar donde sus funcionarios habilitaron una habitación de acogida para brindar acompañamiento a víctimas de violencia intrafamiliar que no cuentan con redes de apoyo.
La iniciativa fue liderada por la suboficial Marcela Pérez, jefa del retén, quien utilizó un espacio ocupado como bodega para levantar un cuarto donde niños, niñas, madres, jóvenes y adultos mayores para que puedan sentirse cómodos en el primer acercamiento con la policía, luego de vivir hechos de violencia en su entorno.
Junto con agradecer la invitación a conocer el espacio, el alcalde Gerardo Espíndola enfatizó que estas propuestas son necesarias para toda la comunidad y debiesen ser replicadas por distintas entidades públicas a lo largo del radio urbano y rural, otorgando un lugar donde las víctimas puedan sentirse seguras.
NO SER CÓMPLICES
La suboficial Marcela Pérez señaló que “hay situaciones en que somos protagonistas en historias de violencia que afectan a toda la sociedad y a la familia, ya sean niñas, adolescentes, adultas o adultas mayores vulneradas en sus derechos”.
Asimismo, recalcó el llamado a la comunidad a no ser cómplices de la violencia intrafamiliar y a denunciar estos hechos de manera oportuna, ya que en muchos casos es la vida de las víctimas las que está en juego, y una alerta temprana puede evitar una tragedia.
Entretanto, el alcalde afirmó que “a través de este trabajo el retén de Azapa se está haciendo cargo de la generación de confianza, especialmente, entregando cariño en momentos muy duros que viven mujeres, tras ser agredidas por hombres que no tienen ningún tipo de conciencia”.
Al mismo tiempo, el jefe comunal llamó al Estado a nivel central para que otorgue mayores recursos a las policías, teniendo en cuenta que solo 19 carabineros y carabineras custodian el valle de Azapa, un lugar donde la presencia de Carabineros cada vez es mayor.
