En Pampa Concordia, la agricultora aymara Gloria Castro Castro tiene sus cultivos de papayas tropicales. Su empresa Agrícola San Pedro consiguió el apoyo del programa Innova Región de Corfo, el cual le permitirá aplicar tecnología para optimizar el uso hídrico en la producción de este fruto como nueva alternativa regional y comercial.
A través del cofinanciamiento estatal, aspira a diversificar la matriz productiva de la pyme familiar agrícola dedicada a la producción y comercialización de hortalizas y frutas como tomate cherry, pimientos, hojas y papayas tropicales.
“En el último tiempo, la volatilidad de los precios de cultivos como tomates y pimientos han complicado nuestros ingresos, razón por la cual decidimos potenciar la papaya tropical con este proyecto Corfo”, contó la ingeniera en ejecución electrónica, quien es beneficiaria de programas Indap y Sercotec, entre otros.
DESDE CAMIÑA
Gloria Castro llegó, a la edad de 13 años, a Arica procedente de su natal Camiña (Tarapacá), para continuar con sus estudios básicos en el Liceo A-1, donde terminó la secundaria para ingresar a la carrera de Ingeniería en Ejecución Electrónica en la Universidad del Norte, sede Arica.
Una vez titulada, trabajó como profesor hora, media jornada, hasta ser contratada como docente de la Escuela de Ingeniería Electrónica de la Universidad de Tarapacá. “No me gustaba la agricultura, sino que estudiar, pero la familia decía que por ser mujer no podía seguir estudiando. Pero me gané una beca indígena que me ayudó a salir de cuarto medio y como era buena para las matemáticas estudié electrónica en la universidad”.
Así, en 2012, junto a su hermana Dominga, se asoció a la Agrupación de 80 Pequeños Agricultores de Pampa Concordia con el sólo propósito de transformar el desierto en tierras productivas.
“Vengo de una familia de agricultores, pero no tenía conocimiento de cómo se trabajaba con hortalizas, con riego con goteo. Pero ‘haciendo se aprende’, logré hacer mis primeros cultivos de pimentón, para después dedicarme a los tomates y otros productos”, recordó al agregar que, en 2015, llegó el agua a Pampa Concordia.
En paralelo, mientras aprendía de cultivos, riegos y otros continuaba en la docencia, hasta que adelantó su jubilación tras 35 años de labor en el 2022, mismo tiempo en que comenzó a incursionar con las papayas tropicales, producto que espera mejorar gracias al proyecto Corfo Innova Región para Empresas Lideradas por Mujeres: “Optimización de la producción intensiva de papaya tropical, aplicando IoT a través de sensores para el eficiente uso del recurso hídrico para su escalamiento como nueva alternativa regional y comercial de la agricultura del desierto”.
ALTOS COSTOS
Los altos costos de producción de tomates y pimientos condicionaron a Castro y su equipo para reflotar esta iniciativa de cultivar papayas tropicales, utilizando la tecnología del internet de las cosas (loT) para ser más eficientes en el uso de agua.
“La papaya no demanda tanta inversión ni tiempo de trabajadores y, como estamos mayores (con mi marido), decidimos retomar la papaya, pero de otra manera. Tenemos el conocimiento y buscamos profesionales externos para que apoyen el proyecto y como soy ingeniera electrónica me gusta aplicar, enseñar, así que el uso de tecnología es lo mío”, dijo la profesional especializada en tecnología, quien fue la primera chilena instructora de Cisco Networking Academy.
La propuesta es aumentar el rendimiento de la producción de papayas tropicales en 3.400 metros cuadrados bajo invernadero, a través de 550 plantas; por lo que el cofinanciamiento más el aporte de la empresa permitirá cubrir esa construcción, además de hacer la medición y registros de las condiciones óptimas para la producción de papayas tropicales en la Región de Arica y Parinacota y así salir a todo Chile, en especial, a la zona central donde la demanda aumentó producto de la migración venezolana y colombiana, entre otros.
“El tema de la mosca de la fruta nos obligó a replantear el proyecto, es decir, sólo cultivaremos en invernadero, porque al aire libre cualquier cultivo que se afecte también le ocurre a los del invernadero”, explicó.
Gloria Castro tiene plena confianza en esta iniciativa que, aseguró, de andar bien, la Agrícola San Pedro se dedicará exclusivamente a producir papayas tropicales, empaquetar el conocimiento y compartirlo para los demás agricultores de la región.