Como Cámara Chilena de la Construcción de Arica (CChC), manifestamos nuestra máxima preocupación por la eventual reducción del presupuesto del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) en un 5,8%, equivalente a casi $3.500 millones de pesos. Este recorte sería un duro golpe para la región, especialmente en un momento de máxima fragilidad económica, con un crecimiento del PIB regional de apenas 0,1%, sostenido únicamente por el sector servicios.
Esta medida agravaría la severa contracción que ya vive la construcción. Nuestros indicadores del primer semestre muestran caídas del 54% en los montos de obras adjudicadas y del 43% en nuevas licitaciones; siendo una amenaza directa a la continuidad del empleo y a nuestras pymes.
La disminución al FNDR es especialmente perjudicial para una región que ya asume con su propio presupuesto responsabilidades de carácter nacional. Entre ellas, mantener operativa la carretera internacional 11Ch para el libre tránsito con Bolivia, reforzar controles fronterizos ante el narcotráfico y el crimen organizado, y gestionar complejos riesgos fitosanitarios en la triplefrontera. Me parece que no es justo.
En términos concretos, la rebaja impactará directamente en el Concurso del 8%, el financiamiento para la compra de terrenos (Subtítulo 29) y la ejecución de proyectos (Subtítulo 31). Se pone en riesgo la continuidad de obras emblemáticas y de alto impacto social, como el Museo Chinchorro de San Miguel de Azapa o Construcción Centro Oncológico.
Esta reducción presupuestaria exacerbará las dificultades, generando estancamiento e incentivando la migración de la mano de obra calificada. Hacemos un llamado enérgico para que desde el nivel central se revierta esta decisión y se comprendan las particularidades de una zona que asume los costos por su condición fronteriza. Porque construir Arica y Parinacota es obra de todos.