Tras determinar el retiro de rocas y piedras que formaban parte del proyecto “Construcción Plaza Tambo Quemado”, que ejecuta la empresa MAGA -que generó el descontento de los vecinos-, los integrantes del Consejo Regional (CORE) estimaron considerar la opinión de ellos en futuras obras de beneficio comunitario.
“Y este ejemplo nos insta como autoridades -GORE y CORE-, a ver cómo aprobar, con participación ciudadana, las distintas iniciativas de inversión pública (…), porque no puede ser que cuando está la obra en ejecución, los vecinos sientan que aquella no es lo que se les había ofrecido”, enfatizó el gobernador regional y presidente del CORE, Jorge Díaz.
La medida que determina sacar el enrocado se sustenta con la aprobación de un suplemento, por $81 millones de pesos, dando paso a labores que consideran revestimiento de gaviones y el aumento de la partida de arena.
“Hoy hemos establecido un compromiso de seguir trabajando, para implementar nuevos proyectos para mejorar la calidad de vida, y ellos, los vecinos, se han movilizado y han logrado una nueva política desde el Gobierno Regional, que incorpora a la ciudadanía en el desarrollo de la región”, destacó el consejero Gary Tapia, presidente de la Comisión de Infraestructura del CORE.
“Creo que aquí -más que establecer el compromiso con los vecinos-, es exigir, como Gobierno Regional, mejorar los estándares de la calidad de la construcción cuando son para sectores modestos, porque las imágenes que he visto respecto a las obras, en dicha plaza, me ha dado lástima”, expresó el consejero regional Iván Paredes.
DISCONFORMES
La determinación fue la culminación de una secuencia de comisiones en terreno y en sala, contemplando un amplio debate final entre los integrantes del pleno, con la opinión de los vecinos, quienes dieron su conformidad, no obstante manifestar su desencanto respecto a que el proyecto original consideraba árboles, pasto y cubresuelo, con riego tecnificado.
“Con la suplementación, sí, estoy contenta, pero no conforme con lo que se va a poner, pero lo que nos interesa como vecinos es que se termine de una vez la plaza, ya que hemos tenido mucha delincuencia y asaltos, y esas piedras las están usando como proyectiles”, manifestó Nora Saavedra, dirigente vecinal del sector.
Respecto a las obras del espacio público, según Serviu -unidad técnica responsable-, el estado actual, desde el punto de vista financiero, es de un 75% y experimenta un avance, en lo físico, de un 66%.
En torno al material que deberá ser retirado, que generó el descontento vecinal al no corresponder al proyecto original, ya se había convertido en un peligro para la gran cantidad de menores, además de ser utilizado como proyectiles que afectaban a las propiedades del sector.
El enrocado, según profesionales de la unidad técnica, correspondía a un paisajismo desértico, similar al existente en las plazas de Renato Rocca y Los Industriales.
