A 43 años del primer ascenso de Deportes Arica a Primera División, el máximo ídolo de la afición ariqueña llegó con sus maletas cargadas de ilusión y de maravillosos recuerdos. Jorge Cabrera está de vuelta en casa. Parece el guion de una película, pero es verdad. A veces, solamente a veces, los sueños se hacen realidad.
En esta ocasión, el rápido puntero izquierdo no fue convocado por un entrenador, ahora fue llamado por un alcalde que, en la década de los ochenta, a todo pulmón, gritó sus goles. Orlando Vargas Pizarro le ofreció las llaves del estadio “Carlos Dittborn” y Jorge Cabrera aceptó.
“No soy hincha de Colo Colo, de la U o de la Católica, soy hincha de Arica, y estoy seguro que con este goleador innato vamos a sacar adelante nuestro estadio Carlos Dittborn”, dijo emocionado el alcalde Orlando Vargas.
MANTENCIÓN ESTADIO
Con la camiseta celeste adherida al corazón, Cabrera le agradeció al alcalde Vargas por haberlo traído de vuelta a Arica. Y, con la emoción al borde las lágrimas, dijo que esperaba que las autoridades comunales y regionales apoyen el trabajo que la nueva gestión municipal realizará en el estadio “Carlos Dittborn”.
Con respecto a la mantención que deben tener estadios como el “Dittborn”, al “mago de la zurda” le sobra experiencia, ya que ha trabajado en otros recintos destinados a la práctica del deporte.
Además, el goleador histórico de Deportes Arica, desde 1978, conoce cada rincón del estadio que lo vio transformarse en figura consular.
Para empapar a las nuevas generaciones de las hazañas logradas por el primer ídolo de Deportes Arica, diremos que, en 1981, a punta de goles en los arcos contrarios, Jorge Cabrera condujo a Deportes Arica a ganar el torneo Polla Gol, a obtener su primer ascenso a Primera División y, como si esto fuera poco, sus goles sirvieron para que el equipo ariqueño le ganara a Colo Colo en la final de Copa de Campeones.