La osteoporosis es una enfermedad que literalmente significa "hueso con poros” producto de la pérdida de masa y de fuerza ósea. Muchas veces, la enfermedad avanza sin síntomas o dolor. Generalmente, no se descubre hasta que los huesos debilitados causan fracturas dolorosas, normalmente, en la espalda (causando un dolor crónico) o en las caderas.
Se estima que, en nuestro país, está presente en un 22% de la población y son las mujeres las que deben tener mayor precaución con la osteoporosis, sobre todo, en la etapa de la menopausia.
Según explicó la endocrinóloga de Clínica Las Condes, Pamela Invernizzi, “hay una relación directa entre la falta de estrógeno después de la menopausia e, incluso, en la menopausia precoz (antes de los 45 años). Esto se debe a que los niveles de hormonas son bajos o no hay periodos menstruales lo que reduce la producción de estrógeno y, por defecto, una pérdida de la masa ósea”.
De hecho, las mujeres tienen cuatro veces más probabilidad de contraer osteoporosis que los hombres. Y, en el caso de las mujeres mayores de 50 años, tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. “Además, las mujeres tienen más probabilidad de tener osteoporosis, porque, habitualmente, tienen los huesos más ligeros y más finos respecto a los hombres”, explicó la especialista.
OTROS FACTORES DE RIESGO
Pero no solamente el sexo y la edad es un factor de riesgo. También lo es el bajo consumo de lácteos, calcio y falta de vitamina D.
En el primero de los casos, los lácteos son una buena fuente de calcio, lo que robustece la calidad del hueso. Sin embargo, muchas mujeres son intolerantes a este alimento lo que perjudica la calidad de sus huesos.
Para suplir lo anterior hay algunas alternativas como productos lácteos sin lactosa o bien tomar lactasa (en píldoras o gotas). Por último, otra opción es comer comidas sin lactosa que tengan mucho calcio, como el salmón, sardinas, tofu, almendra, coliflor, berros, algas, espinacas, zanahorias, cebollas y el brócoli.
Por otra parte, muchas personas vieron bajar sus niveles de vitamina D tras la pandemia. Esto producto del encierro, el confinamiento y la falta de sol. El problema es que el cuerpo necesita vitamina D para absorber el calcio y, por tanto, robustecer nuestro sistema óseo, explicó la doctora Invernizzi.
“Exponerse al sol 5 a 15 minutos en primavera, verano y otoño, entre las 10 y 15 horas, dos veces a la semana, favorece este propósito de absorber vitamina D. También se puede obtener vitamina D de los huevos, pescado grasiento como el salmón, cereales y leche fortificada con vitamina D, además de los suplementos”, concluyó la endocrinóloga.
PREVENCIÓN
La prevención, en este sentido, es lo más importante, por tanto, para tener unos huesos sanos se deben seguir algunos consejos:
• Realizar actividad física regular, siendo lo mejor el ejercicio con pesas de fortalecimiento muscular y el de equilibrio.
• Cuidar los hábitos de nutrición con adecuada ingesta de calcio en la dieta se recomienda alrededor de 1.000 mg lo que se consigue con, aproximadamente, 2 a 3 productos lácteos al día o con suplementos, lograr adecuados niveles de vitamina D (con exposición al sol cuidadosa o suplementos) y consumo adecuado de proteínas.
• Detener el tabaquismo y disminuir el consumo de alcohol.
• En la presencia de factores de riesgo (enfermedades asociadas o consumo de medicamentos), especialmente, si tiene antecedente de fractura previa o historia familiar de osteoporosis, consultar precozmente para evaluación y plan de tratamiento.
Asimismo, el tener una masa ósea saludable está relacionado con factores genéticos, estilos de vida y nutricionales, asociación de enfermedades de riesgo (anorexia, artritis reumatoidea, diabetes, hipertiroidismo, menopausia precoz, enfermedad celiaca, hiperparatiroidismo) o consumo de ciertos fármacos como corticoides, uso excesivo de hormona tiroidea, anticonvulsivantes e, incluso, inhibidores de bomba de protones (omeprazol y similares).
Por último, la endocrinóloga de Clínica Las Condes explicó que, para el diagnóstico de la osteoporosis, se debe realizar un estudio con densitometría mineral ósea, que es un estudio no invasivo que mide la cantidad mineral del hueso.
