Febrero es uno de los meses privilegiados para los chilenos que deciden tomar vacaciones. De esta manera, muchas personas optan por viajar al extranjero, hacia destinos que tienen un huso horario distinto al local. Por lo mismo, el jet lag se puede convertir en un problema común al experimentar estos cambios, afectando la capacidad para funcionar y disfrutar plenamente de diversas actividades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el jet lag es el término utilizado para describir los síntomas causados por la alteración del reloj biológico del cuerpo y los ritmos circadianos, provocando indigestión y alteraciones de la función intestinal, malestar general, somnolencia diurna, dificultad para dormir por la noche y reducción del rendimiento físico y mental.
Al respecto, Luis Espinoza, neurólogo especialista de Clínica Somno, explicó que “el jet lag puede afectar el rendimiento, el estado de ánimo y la salud en general. Para poder lidiar con sus efectos, es fundamental establecer una rutina regular para conciliar el sueño y despertar acorde con la nueva zona horaria”.
“La exposición a la luz natural también desempeña un papel crucial en la regulación del reloj interno, por lo que se recomienda pasar tiempo al aire libre en lugares públicos como parques o simplemente dando paseos”, agregó el experto.
En este sentido, el especialista comparte otras recomendaciones para lidiar con el jetlag antes y después del viaje:
• Evitar llegar por la noche: Si es posible, optar por un vuelo que llegue a la luz del día. Esto hará que sea más fácil mantenerse despierto, logrando que se esté mucho más tentado a salir y explorar la ciudad.
• Alimento e hidratación: La hidratación y una alimentación saludable son elementos clave durante este proceso de adaptación. Mantener el cuerpo bien hidratado es esencial, y se aconseja evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol, ya que podrían agravar los síntomas del jet lag.
• Descansos regulares: Tomar siestas cortas, de menos de 30 minutos, durante el día puede ayudar a combatir la fatiga y mejorar el bienestar general.
• Realizar ejercicio: La actividad física desempeña un papel crucial en este proceso, ya que ayuda a contrarrestar la somnolencia y facilita la adaptación al nuevo horario. Realizar ejercicios ligeros o dar paseos al aire libre son opciones beneficiosas para mantenerse activo y favorecer una transición más suave a la nueva rutina horaria.
La adaptación al cambio de zona horaria lleva tiempo, y cada persona reacciona de manera diferente. Al seguir estos consejos, los viajeros pueden reducir significativamente los efectos del jet lag y disfrutar de una mejor transición hacia sus destinos.
Por otro lado, el especialista recomendó consultar a un profesional de la salud sobre la posibilidad de utilizar suplementos naturales como la melatonina para facilitar la adaptación al nuevo horario.
Del mismo modo, desde la OMS aconsejan que las personas que toman medicamentos con un horario estricto deben consultar a su médico o un centro de salud antes de viajar.