Una iniciativa conjunta entre el Cecrea y el Área de Artesanía del Ministerio de las Cultura, el Arte y el Patrimonio permitió que jóvenes de Arica tuvieran la oportunidad de sumergirse en el rico legado de la orfebrería aymara, a través de un laboratorio liderado por las reconocidas maestras artesanas Mercedes Mamani y María Gómez.
En el laboratorio “Joyas de la Pacha”, las maestras, portadoras de una tradición ancestral en la orfebrería, compartieron técnicas, historias y significados culturales ligados a la creación de joyas en alpaca.
"La transmisión de conocimientos y tradiciones ancestrales es fundamental para mantener viva la identidad cultural de nuestro pueblo. Este tipo de iniciativas no solo perpetúan nuestras raíces, sino que también fomentan en las nuevas generaciones el respeto por el trabajo artesanal y la valoración de nuestras comunidades originarias", dijo Kateryn Garzón Manzano, seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
El laboratorio se centró en la creación de piezas de joyería, ofreciendo a cada participante la oportunidad de explorar y crear su propia pieza original.
“Fue una experiencia muy bonita, los niños y niñas fueron muy respetuosos y entusiastas”, dijo María Gómez. Por su parte, Mercedes Mamani destacó la dedicación de los jóvenes: “Estuvieron muy interesados por cada detalle y por lograr terminaciones de calidad, porque dijeron que estas piezas se las iban a regalar a sus familias. Ojalá les haya gustado.”
EXPERIENCIA
Cada participante del laboratorio “Joyas de la Pacha”, tuvo la oportunidad de crear en las tres sesiones, su propio conjunto de aros y collar de alpaca con la técnica aymara. En sus opiniones, ellos destacaron el aprendizaje integral, la apreciación de la técnica ancestral y el deseo de continuar explorando este tipo de talleres en el futuro.
“El laboratorio me pareció muy entretenido, sobre todo, aprender esta técnica. Aprendimos, paso a paso, el proceso completo, desde la fundición hasta el lavado de la plata, fue una experiencia muy linda”, dijo Demian Contreras. Jeferson Duarte agregó que “aprendí muchas cosas, por ejemplo, el significado de la cruz llamada Chacana, que tiene un significado muy bonito y, a la vez, aprendí a hacer algo que nunca había hecho en mi vida y que siempre me llamó la atención, y este laboratorio me ayudó a hacerlo”. Finalmente, Sofía compartió su entusiasmo: “Me gustó mucho la actividad de aprender a hacer aros y collares de la Pacha, ojalá se repita una actividad como esta”.
“Este laboratorio en conjunto fue una experiencia enriquecedora, no sólo desde el punto de vista artístico, sino también como un testimonio vivo de la importancia de preservar y difundir las prácticas culturales ancestrales para las generaciones venideras”, concluyó Mercedes Viza, facilitadora del Cecrea.