El 62% de los adolescentes dijo que recurre a las redes sociales (28%) y YouTube (34%) para obtener información sobre cómo perder peso, según el estudio ACTION Teens, liderado por Novo Nordisk, que fue presentado en la conferencia internacional Obesity Week en San Diego, California.
El objetivo de este estudio fue identificar comportamientos, percepciones y barreras sobre el cuidado efectivo de la enfermedad, desde el punto de vista de adolescentes que viven con obesidad, sus padres o tutores y profesionales de la salud.
Dentro de los hallazgos más importantes se encuentran que uno de cada cinco médicos que atienden a adolescentes con obesidad no se sienten cómodos cuando hablan de sobrepeso con sus pacientes, lo que repercute en los diagnósticos y puede afectar el modo en que los adolescentes enfrentan la enfermedad.
La encuesta identificó que el 87% de los profesionales de la salud encuestados, entre los que se encuentran médicos de atención primaria, pediatras y especialistas, no han recibido formación avanzada de cómo gestionar el tema de la obesidad después de que egresaron de la escuela de medicina. Y el 10% no perciben la obesidad como una enfermedad.
Al respecto, la doctora Carolina Carrasco, médico familiar y nutrióloga de la Región de Los Lagos, enfatizó que como país “debemos realizar educación en las etapas de pregrado en las carreras de salud, módulos y mallas que incorporen a la obesidad como una enfermedad y que sea abordada de forma adecuada como cualquier otra enfermedad crónica”.
Por su parte, la doctora Verónica Álvarez, experta en nutrición, obesidad y medicina bariátrica, señaló que, “es esencial que la obesidad sea reconocida como una enfermedad crónica para que sea abordada por todo médico y personal de salud que tenga contacto con pacientes. Es primordial contar con guías de manejo que orienten a médicos no especialistas en el tema y que además como sociedad se tomen las medidas necesarias para enfrentar el grave problema de salud pública. Si no se toman acciones transversales no existirá sistema de salud que logre dar solución a la avalancha de enfermedades que presentará nuestra población en un futuro cercano”.
REDES SOCIALES Y LAS PLATAFORMAS ONLINE
El 72% de los adolescentes encuestados estaban preocupados por su peso y el 85% son conscientes de que el sobrepeso afectará su salud en un futuro. Pero sólo el 31% sintieron que podrían hablar de su peso honestamente con su médico.
Solamente un 15% de los adolescentes encuestados afirmó que su fuente de información más importante sobre obesidad es un médico. En las adolescentes, el porcentaje baja a 14% y la cifra se reduce al 11% cuando se analizó las respuestas de los jóvenes entre 16 y 17 años.
En general, casi dos tercios (62%) de los encuestados dijo que recurre a las redes sociales (28%) y YouTube (34%) para obtener información sobre cómo perder peso.
Para el doctor Peter McColl, médico de adolescentes, magíster en Planificación en Alimentación y Nutrición, el estudio muestra que “hay una gran discrepancia entre cómo viven y siente la obesidad los adolescentes y los equipos médicos. Si la obesidad fuera tratada como enfermedad y existieran alternativas disponibles de tratamiento, los adolescentes, familiares y equipos de salud estarían en mayor sintonía”.
Carrasco, Álvarez y McColl coinciden en el hecho de es un peligro que los adolescentes recurran a las redes sociales y a plataformas como Youtube para buscar soluciones a su problema.
En primer lugar, según los especialistas, el mundo online difunde un modelo de apariencia física que es no el real, generando frustración, estigma, bulliying y hasta problemas de salud mental. Segundo, porque no hay mejor fuente de información y más confiable que un profesional de la salud, ojalá un equipo multidisciplinario que vele por el cambio de hábitos alimentarios, de actividad física, apoyo psicoterapéutico y farmacológico. Pero, sin duda, los expertos enfatizan que el rol de los padres es clave en este punto para darle la confianza sus hijos que el médico es la persona indicada para ayudarlos.