Las vacaciones son sinónimo de relajo y descanso. Sin embargo, el cuidado de nuestros dientes es un hábito que no podemos dejar de lado, ya que puede traernos graves problemas de salud que nos pasarán la cuenta.
De hecho, se estima que un 90% de la población chilena tendría problemas dentales, siendo la tercera edad uno de los grupos más afectados, mientras que un 70% de los menores de seis años presenta caries.
Para evitar que este problema siga creciendo, la coordinadora odontológica de Fundación Sonrisas, Javiera Peña, entregó algunas recomendaciones para proteger nuestra salud bucal durante el verano:
• Cada integrante de la familia debe llevar su cepillo de dientes y una pasta dental con flúor a las vacaciones o cualquier viaje, para mantener una adecuada higiene dental diaria. Las enfermedades bucales no descansan en vacaciones.
• El cepillado de dientes debe realizarse después de cada comida, en la mañana y antes de dormir. Esta última es la más importante del día, porque en la noche los alimentos producen ácidos en la boca, disminuye el flujo de saliva y aumenta el riesgo de formación de caries.
• Para evitar la formación de caries, es necesario contar con una pasta fluorada. El cepillo de dientes sirve para remover la placa bacteriana, pero siempre es necesaria la pasta dental.
• La recomendación para el cuidado de la salud bucal es mantener una dieta equilibrada, priorizar frutas, verduras y alimentos con alto contenido en fibra. Es necesario evitar los productos adhesivos y blandos, como el pan, galletas y dulces, entre las comidas, y limitar la cantidad de alimentos altos en azúcar durante el día.
• En caso de que los niños sufran un golpe en la boca o en los dientes, se recomienda acudir al centro de salud más cercano para la atención de un odontólogo. Este tipo de accidente es una Garantía Explícita en Salud (GES), por lo que existe una obligación en la atención requerida.
• Si el niño o niña sufre la fractura de un diente, es importante buscar el fragmento y llevarlo de inmediato al odontólogo. Este tipo de accidentes deben ser resueltos con urgencia, idealmente antes de una hora.
• El cepillo de dientes debe ser adecuado a la edad, de cabeza pequeña, cerdas suaves y debe cambiarse cuando esté en mal estado, aproximadamente cada 2 meses.
• La cantidad de pasta dental en el cepillo depende de la edad:
en menores de 2 años, desde la aparición del primer diente, se recomienda aplicar el equivalente a un grano de arroz, es decir, casi nada de pasta. Para los menores de 6 años, la cantidad debe ser del tamaño de una arveja, mientras que para los mayores a esa edad, adolescentes y adultos, se calcula el tamaño del cepillo a su ancho.
• La pasta dental debe contener flúor. Desde que sale el primer diente, se debe utilizar un producto que tenga esta propiedad.
• Además de reforzar el cepillado, para que se convierta en un hábito entretenido y permanente especialmente para los niños, las vacaciones pueden ser el momento perfecto para dejar el chupete y la mamadera, aumentando el consumo de agua potable.
