Con el inicio del verano y el aumento de la actividad turística en nuestra región, la seguridad vial se convierte en una prioridad ineludible. Desde nuestro Ministerio, sabemos que la protección de las personas no toma vacaciones y nuestros fiscalizadores continúan con su labor esencial para garantizar un transporte seguro y ordenado para todos.
El año 2024 lo cerramos con más de 10.600 fiscalizaciones en la región, generando más de 1.800 infracciones. La mayoría de estas sanciones fueron dirigidas a vehículos de servicios informales, que operan al margen de la ley, poniendo en riesgo la seguridad de pasajeros y la integridad de las rutas de transporte.
Estos servicios son una de las principales amenazas ya que, en muchos casos, no cuentan con los requisitos mínimos como la revisión técnica o el servicio obligatorio. Pero no son los únicos problemas que pueden enfrentarse en esta época. Incumplimientos en las frecuencias, cambios de recorridos de micros y colectivos, junto con conductores que no respetan la validez de la TNE (cuyo beneficio funciona los 365 días del año), también serán parte del trabajo que se realizará en el periodo.
Sin embargo, no se trata solo de números, sino de personas. Cada control efectuado, cada operativo, tiene un objetivo esencial: proteger vidas. Las fiscalizaciones realizadas por el Ministerio son un componente clave en el esfuerzo por reducir los siniestros viales y mejorar la calidad del transporte en la región.
El verano trae consigo un aumento en el tránsito vehicular, un mayor uso de la bicicleta y las caminatas -con un flujo más intenso de turistas en actividades locales-, junto con la demanda de servicios de transporte público, lo que hace aún más relevante la presencia de nuestros fiscalizadores en las calles. Además, el transporte informal no solo afecta la seguridad, sino que también distorsiona el mercado y afecta la competitividad de aquellos operadores que cumplen con todas las normativas.
Desde esta Seremi, reiteramos nuestro compromiso con la ciudadanía. La época estival es sinónimo de descanso para muchos, pero para nosotros es un momento de redoblar esfuerzos. Porque cuidar a las personas no es solo una tarea administrativa; es una responsabilidad ética que nos mueve cada día.