Señor Director:
El 26 de junio se conmemora el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de Tortura. Parece de perogrullo decir que ante actos tan inhumanos como torturar a una persona el resto de la sociedad debe oponerse con firmeza a esta práctica y "apoyar" a la víctima. Sin embargo, a 50 años del Golpe de Estado en Chile y dada toda la evidencia de la masacre vivida, existen personas o sectores que se esfuerzan por minimizar y relativizar las barbaries que se cometieron durante la dictadura de Pinochet. Es así como desafiando a la verdad, el negacionismo se las arregla para permear los discursos y, en definitiva, para apoyar a los torturadores.
A 50 años del Golpe, sin duda, el Estado de Chile sigue teniendo deudas en esta materia; pero también la tienen los medios de comunicación. Es hora de que estos estén a la altura de las circunstancias y contribuyan al fortalecimiento de la memoria histórica. El negacionismo de las violaciones de derechos humanos es una de las mayores lacras que puede enfrentar una sociedad, pues deshumaniza a las víctimas y pone en peligro a las nuevas generaciones. La memoria histórica, en contraparte, es una herramienta poderosa para el fortalecimiento de la democracia, la justicia, la verdad y el respeto de la dignidad humana. En esta oportunidad, ¿en qué lado se situarán los medios de comunicación?
Ilsen Jara
Directora de Comunicaciones de Amnistía Internacional Chile