Luego de romper la hegemonía y ganar el premio Avonni por primera vez para nuestra ciudad, el ariqueño Patricio Arias reforzó sus convicciones y, tras obtener sendos primeros lugares en las categorías “El sol” y “Agro del Futuro”, anunció que está empeñado en detener la fuga de talentos de Arica.
Para ponernos en la cúspide de la innovación a nivel nacional y obtener el premio a la innovación más importante de Chile, el ingeniero informático de Ancestral Technologies, comentó que el producto ganador se hace cargo de diversos procesos de la agricultura como el riego, la ventilación, el control de clima y la resistencia al desierto.
Arias, quien en plena pandemia covid-19 apoyó los talleres de innovación organizados por la Municipalidad de Arica, cree que “al ariqueño le falta creerse un poco más el cuento y, para que esto cambie, debe conocer casos de gente como ellos. Porque acá, en Ancestral Technologies, no hay ningún Superman; hay pura gente normal”.
Inmerso en el emprendimiento con innovación desde el año 2015, el “Pato” Arias comentó que “nos dimos cuenta que enfocarse en algo muy específico es la manera que trae resultados. No sirve emprender en lo que tú quieras, porque el mercado ariqueño todavía no está desarrollado”.
GRAN DESCUBRIMIENTO
“Este es el gran descubrimiento que hemos hecho. Y, a su vez, es el gran aporte que podemos hacer para enfocar a las futuras generaciones. Tenemos que enamorarnos de los problemas que hay acá. Por eso, decidimos emprender en cosas que fueran de alto valor para que los profesionales top se queden en Arica”, manifestó Arias.
Con respecto a los recursos que existen para emprender e innovar a nivel local, Arias dijo que las semilleras y las mineras muchas veces pagan para resolver sus problemas. Por ende, la fuga de talentos no es por “la falta de recursos; es una idiosincrasia; es creer que como soy de Arica, hay que irse a Santiago para hacerla, y no es así”, enfatizó el ingeniero informático.
“Tampoco es un tema vocacional, porque las universidades en Arica son bastante buenas. En las empresas en Santiago y a los grupos que les está yendo bastante bien, siempre hay un ariqueño metido. Y ese ariqueño, de algún modo, escapó de su ciudad natal con todo su potencial”, dijo Arias.
Mientras comienza a cosechar lo sembrado con Ancestral Technologies, Arias indicó que el Avonni no es un premio en dinero, ni tampoco un tipo de subsidio; es un reconocimiento honorífico que valida a las empresas chilenas para que puedan seguir creciendo a nivel nacional e internacional.
