Fue en el complejo fronterizo Chungará que Carabineros, junto con el Servicio Nacional de Aduanas, realizó el control de dos camiones provenientes de Bolivia con cargamento de azúcar, los cuales, al ser revisados, mantenían producto ilícito de cigarrillos y bebidas alcohólicas no declaradas.
Según el último estudio MideUC realizado por la Universidad Católica, el contrabando de cigarrillos ha alcanzado el 21,4% de la participación a nivel nacional, generando pérdidas millonarias al Estado por cerca de US$500 millones al año por evasión tributaria.
Estos cigarrillos ilícitos son comercializados normalmente en ferias y el comercio ambulante, vendidos sin ningún tipo de regulación sanitaria, siendo de fácil acceso para menores de edad.
Según informes oficiales, el contrabando de cigarrillos se ha convertido en un delito precedente para el lavado de activos y asociación ilícito, siendo un crimen organizado muy atractivo para organizaciones internacionales en la actualidad.
