La Regi贸n de Arica y Parinacota cumple tres a帽os desde que fue creada y vale la pena preguntarse qu茅 hemos sacado en limpio.
En primer lugar, es justo y necesario hacer un reconocimiento a quienes se la jugaron de verdad con lograr este ansiado proyecto: los ex gobernadores Bronia Castillo y Luis Guti茅rrez.
Ellos sentaron las bases, formalizando argumentos, agrupando a entidades y l铆deres locales, con el objeto de que dejara de ser un anhelo m谩s y se transformara en una realidad.
Luego, desde 2003, con la Corporaci贸n de Desarrollo de Arica y Parinacota como sustento, Guti茅rrez se lanz贸 鈥搒umando a parlamentarios y partidos pol铆ticos- en una campa帽a sostenida que finalmente dio sus frutos con la creaci贸n de la Regi贸n el 8 de octubre de 2007.
Esta nueva Regi贸n, sin duda, ha sido una gran herramienta para potenciar a la zona, ya que ha permitido tener a las autoridades a la mano, a m谩s que cuadruplicar los fondos regionales y a simplificar una serie de tr谩mites que dificultaban no s贸lo la vida cotidiana de los arique帽os sino que, tambi茅n, entrababan las inversiones.
Pero tampoco ha sido la panacea.
Lamentablemente, desde el centro del pa铆s seguimos siendo una Regi贸n de segundo orden. De hecho, somos la que este a帽o tiene menos presupuesto decretado, apenas $38.227 millones, sumando los montos del Fondo de Desarrollo Regional (FNDR), Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Ministerio de Obras P煤blicas (MOP).
Eso implica que sigan realiz谩ndose grandes proyectos e inversiones p煤blicas en el resto de las regiones del norte, mientras en Arica, con suerte, se realizan obras de mantenci贸n, para que no siga deterior谩ndose lo que ya existe.
Para qu茅 decir lo que ocurre en Tacna, ciudad que avanza de forma acelerada, con cada vez m谩s leyes especiales que favorecen su desarrollo.
Con envidia y tristeza a la vez, parecemos contemplar desde la cima del Morro c贸mo el Estado chileno y peruano priorizan el crecimiento de nuestras vecinas ciudades de Iquique y Tacna, mientras quedamos relegados s贸lo a los discursos y palabras de buena crianza de las autoridades de Gobierno.
Por otra parte, somos responsables de seguir usando los fondos regionales como pildoritas que calmen muchos dolores de cabeza, en vez de concentrar la inversi贸n en grandes proyectos que sean una verdadera acci贸n sanadora colectiva que derive en desarrollo y en ser una ciudad atractiva para las inversiones privadas.
Hay que seguir el ejemplo de quienes impulsaron el sue帽o de la Regi贸n. Ellos pensaron en grande, en hacer algo que transformara a las provincias de Arica y Parinacota y lo lograron. Fueron criticados, tildados de locos, otros se burlaban, muchos tomaron palco a ver qu茅 pasaba y otros dec铆an que era imposible. Al final, muchos de los que dieron la espalda, se subieron al carro de la victoria y se colocaron para la foto.
Hoy es tiempo de que sacar adelante nuevos sue帽os por el bien de Arica y Parinacota.
