En Chile, la población que vive en ciudades se ha incrementado en el tiempo. Por eso, mejorar la calidad de vida al interior de ellas es todo un desafío, ya que existe un diagnóstico compartido sobre la segregación, la existencia de barrios altos y bajos, déficit de áreas verdes, contaminación, falta de conectividad e inversión público-privado que presentan las urbes chilenas y en Arica, de eso sabemos bastante.
Por eso, el desafío y compromiso del MINVU es “Unir La Ciudad” y en este sentido nuestra carta de navegación es el Plan Regulador, un instrumento territorial vital para proyectar el futuro de nuestra comuna. Por ello, lamentamos el “No” que han enarbolado algunos, ante la falta de rigurosidad y desconocimiento para abordar esta materia, “No” quieren ver que, para proyectar el futuro de la comuna, debemos tener una mirada estratégica hacia el desarrollo armónico de nuestra ciudad.
El Plan Regulador se ha tomado la agenda noticiosa estas semanas y hay quienes se han transformado en voceros y defensores de sectores que se oponen a las propuestas que plantea esta herramienta de planificación urbana, causando desinformación en la comunidad.
No concebimos, que hoy, una parte del Consejo Municipal, se pronuncie por aprobar la reconversión del Barrio Industrial, y antes hayan rechazado la propuesta del uso de suelo del humedal, perfectamente podrían haber considerado compatible convivir con zonas protegidas, resguardando el patrimonio natural como es el humedal con zonas de interés turístico, contribuyendo a reconvertir un sector, integrándolo a la ciudad, potenciando el desarrollo turístico sostenible.
Espero que, desde el municipio, quienes proponen un área protegida, ya tengan desarrollado un estudio que permita avalar su rechazo, con lo que se refiere a inversión, mantención, protección y resguardo de la zona, si no han sido capaces antes, tengo derecho a dudar esta vez.
Debemos entender que el Plan Regulador, representa entre otras, una oportunidad para el mejoramiento e implementación de nuevas actividades al interior de la ciudad, que puedan contribuir no sólo a la solución de problemas de deterioro, abandono o de contaminación, sino una oportunidad para la implementación de nuevos proyectos que permitan un mejoramiento y un real desarrollo urbano de Arica, potenciándonos en distintas áreas, de una vez por todas.
Espero que el día de mañana la ausencia de desarrollo e inversión público-privada no les pase la cuenta a un grupo de concejales que rechazaron esta propuesta y continuemos observando el triste espectáculo que se nos presenta con improvisadas construcciones, levantamiento de nuevas tomas, carpas y perros abandonados.