Por José Díaz
(SERVINDI) Esta semana una carta enviada por el presidente de México, Andrés M. López Obrador (AMLO) al rey de España y al Vaticano, encendió una polémica trasatlántica.
En la misiva, difundida a través de medios de comunicación, el mandatario mexicano pedía a ambas figuras europeas que se disculparan con los pueblos originarios de su país por el genocidio que implicó el proceso de colonización iniciado en América en el siglo XV.
“Envié una carta al rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos. Hubo matanzas, imposiciones. La llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz”, manifestaba AMLO en la carta que generó esta polémica.
La respuesta inmediata desde la Península Ibérica vino por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de España que rechazó con “firmeza” el pedido de AMLO y aseguró que el rey Felipe VI no se expresaría al respecto. Desde las instancias del gobierno español también se criticó al presidente mexicano por, supuestamente, hacer pública esta misiva.
La contra-respuesta desde México se dio a conocer tan solo al día siguiente de que esta polémica estallara. López Obrador confirmó que había enviado la carta tanto al rey Felipe VI como al papa Francisco, pero negó responsabilidad sobre la filtración y aseguró que con este gesto no busca una confrontación ni indemnización.
Lo cierto es que las relaciones diplomáticas se han visto resentidas debido a este intercambio de mensajes.
REACCIONES COLONIALES
Sin embargo, una de las cosas que más llamó la atención luego del pedido de López Obrador, fue la reacción de cierto sector de intelectuales y políticos de España. Por un lado, el escritor Arturo Pérez-Reverte quien a través de su cuenta de Twitter insultó al presidente de México calificándolo de “imbécil” y “sinvergüenza”.
Pero los políticos españoles, sobre todo aquellos involucrados en la actual campaña electoral, aprovecharon la situación para reafirmar discursos nacionalistas.
Uno de ellos fue el líder y candidato del Partido Popular (PP), Pablo Casado quien también ofendió a López Obrador al señalar que sus expresiones constituyen una difamación de la “izquierda acomplejada”.
Cabe mencionar que el presidente del PP ha puesto en evidencia, en más de una oportunidad, su orientación claramente monarquista en la política interna española.
Distinta fue la reacción del partido de izquierda Podemos, hasta el momento la única agrupación política oficial de España que respaldó el pedido de López Obrador.
A través de su vocera Ione Belarra, este partido anunció que en una eventual administración suya habrá un “proceso de recuperación de la memoria democrática y colonial que restaure a las víctimas”.
No obstante, incluso en México algunos sectores políticos se han mostrado en contra de la carta enviada por López Obrador. Más allá del debate sobre la diplomacia detrás de la carta enviada por el presidente mexicano, la discusión sobre una restauración honesta ha puesto sobre la mesa el debate sobre si el proceso de reparación por la colonización ha sido cerrado adecuadamente o no.
Cabe recordar que, durante su ceremonia de asunción a la presidencia de México, en su discurso inaugural López Obrador no solo incluyó una ceremonia indígena, sino que pidió perdón a la población nativa mexicana por la discriminación sufrida por parte del estado-nación México.
