Este mediodía, la Seremi de Salud realizó, en el centro de la ciudad, un operativo de fiscalización por diversos establecimientos que venden espumas (o nieves) artificiales. Este producto utilizado en carnavales, si bien no está prohibido, está regulado por la legislación y debe exhibir en el exterior de sus recipientes rotulados en español que advierta al usuario de forma clara la manera de uso y los riesgos potenciales a los que se exponen al rociarse directamente al rostro y a los ojos.
“Estamos fiscalizando la venta de espuma artificial en la región. Es importante que la población conozca que estas espumas tienen sustancias que tienen un potencial riesgo para la salud, por lo tanto, la recomendación para los padres y cuidadores es que estos productos no sean utilizados por los niños. Estas espumas no deben dirigirse directamente a la cara y a los ojos. Podríamos tener problemas oculares serios. Las instrucciones deben estar en español y deben leerse atentamente por los adultos”, expresó la seremi de Salud, Claudia Torrealba.
Durante el recorrido, un fiscalizador sanitario instruyó la retención en establecimientos de partidas de espumas artificiales que no contaban con la rotulación en español. Estas quedaron fuera de las góndolas de venta al público, ya que no cumplían con el etiquetado.
“Estas espumas no son para niños. Los chorros no deben dirigirse a los ojos, a la cara, o a la boca, pueden haber problemas de salud o reacciones alérgica. Tampoco pueden pulverizar con el producto cerca de fuentes de calor, ya que esto constituye un riesgo adicional, por los propelentes del producto”, comentó el fiscalizador Carlos Olivares.
ATENCIONES OFTALMOLÓGICAS
El refuerzo de la Autoridad Sanitaria Regional a las fiscalizaciones de espumas o nieves artificiales utilizadas en épocas de carnaval tiene un antecedente en las atenciones locales de urgencia que expresa en su magnitud el riesgo de estos productos, cuando son utilizados sin tomar en cuenta las advertencias y precauciones explicitadas en el rotulado en español.
El médico oftalmólogo, Luis Montecinos, explicó que, durante el año 2018, se incrementaron en un cien por ciento las consultas médicas oftalmológicas, en los tres días posteriores al Carnaval, de las cuales un 75% de ellas estaba ligada al uso de espumas.
El médico del Centro Oftalmológico del Hospital Regional Doctor Juan Noé puntualizó que “las lesiones más frecuentes que se ven van desde una queratoconjuntivitis, que es una inflamación de la córnea hasta erosiones corneales que corren el riesgo de infectarse y generar úlceras y estas úlceras podrían dar origen a cicatrices las que pueden traer consigo disminución de la agudeza visual”.
Cabe destacar que el uso de estas espumas comenzó, en la década de los años 90, en las “fiestas de espuma”, pero en esas ocasiones existe una máquina que distribuye la espuma la que a la vez la diluye, en relación a este punto el oftalmólogo explica que el daño que ocasionan las espumas depende del tipo de sustancia que se use, de la concentración y del tiempo de exposición a ella.
“Los compuestos que se están utilizando ahora en los productos de las distintas marcas que comercializan la espuma, además de contener sustancias de un comportamiento más alcalino, desde el punto de vista del PH, son más tóxicas para el ojo porque provocan mayor capacidad de penetración dentro del ojo, y además contienen hidrocarburos, propano y butano, sustancias que tienen un comportamiento a nivel ocular bastante tóxico e inflamable”, comentó el profesional.
En el caso del uso de estas espumas, el llamado es a tomar ciertas medidas de precaución, evitando la exposición directa a los ojos, usar lentes de protección ocular y en el caso de producirse contacto con la sustancia es fundamental realizar un lavado profuso con agua, generando una apertura ocular por el mayor tiempo posible y si la sintomatología persiste hay que consultar en un servicio de urgencia a la brevedad posible.