Una cifra superior a las 800 personas experimentó el manejar en estado de ebriedad en el simulador del Centro de Cultura de Seguridad Vial de Mutual de Seguridad, el cual llegó hasta Arica y Putre como una forma de crear conciencia y reducir los accidentes que ocurren por esta causa.
El Centro posee en su interior un simulador donde la gente puede experimentar la conducción con 2 grados de alcohol, lo que equivale a dos botellas de pisco compartidas, dándose cuenta del riesgo que significa y la pérdida de reflejos al volante cuando se está bajo la influencia de la bebida.
Además, afuera del móvil los voluntarios pudieron usar lentes para ver cómo la gente es afectada al ser peatón, perdiendo el equilibrio e incluso no pudiendo chocar la mano a otra persona.
Sobre el enfrentarse a esta realidad, pero desde la sobriedad, la gente tuvo diversas reacciones, según comentaron quienes atendían el stand de Mutual, muchos dijeron que realmente refleja la realidad, reconociendo el riesgo que significa.
El jefe de Departamento de Prevención de Riesgos de Mutual de Seguridad en Arica, Rodrigo Toledo, advirtió que mezclar alcohol y manejar o transitar por vía pública no es recomendable, creando conciencia sobre esto.
“Estamos difundiendo el centro de seguridad vial, pero como nuestra responsabilidad es disminuir los accidentes principalmente del trabajo, pero esta casi pandemia de accidentes en el tránsito, difundiendo que el alcohol y vía pública no son buenos compañeros”, dijo Toledo.
Para el presidente de CChC Arica, Roberto Aguirre, quien también se subió al simulador, rescató la experiencia, agregando que el trabajo de Mutual va de la mano con lo que hace Cámara con miras al cero accidente fatal y crear una cultura de seguridad.
“Como Cámara destacado el esfuerzo de Mutual, socio estratégico, con este centro de seguridad vial, que suma al trabajo que venimos haciendo con miras a bajar la tasa de accidentabilidad y llegar al cero accidente fatal”, dijo Aguirre.
Finalmente, los organizadores expresaron que el centro estuvo en colegios, el agro, vía pública y camioneros bolivianos quienes vivieron, desde la sobriedad, el riesgo de manejar con alcohol.
