Hace unos días, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristian Monckeberg, anunció el Plan Campamento, el cual es una buena noticia para cientos de familias en el país y en nuestra región. En lo concreto, en esta zona y de acuerdo al Catastro del 2011, existían seis campamentos, de los cuales hoy está vigente sólo uno de ellos.
Sin embargo, “eso no puede dejarnos satisfechos, ya que no necesariamente refleja la realidad de hoy. Y lo que buscamos con el trabajo que se está desarrollando, es actualizar la información con un criterio más preciso y tener certezas sobre las familias en campamentos”, explicó el seremi de la cartera, Giancarlo Baltolu.
Hasta el 2011, figuraban los campamentos “Remolino de la Esperanza”, “Cerro Sombrero” y “Renacer del Pedregal”; todos ellos cerrados tras la relocalización de las familias que los habitaban. Además del campamento “San Miguel de Azapa”, también cerrado después de la entrega de títulos de dominio a las familias que lo componían.
A ellos se sumó, el año pasado, el campamento Areneros II con el comienzo de las obras del Proyecto Habitacional “Ribera Sur”, hito de cierre de un campamento atendido mediante la estrategia de Radicación.
En definitiva, sólo está vigente “Coraceros”, el cual será cerrado y las familias pertenecientes al programa de Campamentos y que están en el registro de familias, relocalizadas prontamente en el proyecto habitacional Vista Mar, que cuenta con más del 95% de ejecución de sus obras.
La actualización del Catastro Nacional se encuentra en pleno desarrollo, formulándose el soporte necesario para lograr la actualización del Catastro Nacional de Campamentos, que registra el número de asentamientos de este tipo en el país; lo que dará por consecuencia lógica la actualización del Registro Nacional de Familias de Campamento, proceso en el que se encuentra concentrado el Programa Nacional de Campamentos.
En este Plan de Campamentos, existe el requerimiento de la obtención de datos más exhaustivos, actualizados y precisos, destacó el seremi. Este proceso se encuentra en marcha, en una fase de preparación y formulación de objetivos.
Recientemente, se realizó una capacitación del Programa Nacional de Asentamientos Precarios que se encuentra abocado al logro de esta actualización, relativa al uso de las aplicaciones tecnológicas que se usaran en este esfuerzo; entregando directrices claras a cada equipo regional en orden a permitir el acucioso levantamiento de información.
ANTECEDENTES
El programa de Campamentos en la Región de Arica y Parinacota ha realizado un trabajo técnico y social que lo tiene en fase de cierre del último campamento vigente de los seis que se catastraron en el 2011.
El Equipo de Campamentos, dependiente del departamento de Operaciones Habitacionales de Serviu, ha realizado diversas tareas en terreno, manteniendo la presencia institucional y el acompañamiento de familias, el levantamiento de información, el monitoreo y prevención permanente de nuevos poblamientos en terrenos intervenidos y la no menos importante atención de casos sociales dentro de lo posible; en un contexto de altísima vulnerabilidad, según explicó la directora(s) de Serviu, Nancy Araya.
Una de las problemáticas que se ha tenido que enfrentar, derivada de la presencia de extranjeros de países limítrofes, es la alta rotación de ciudadanos peruanos y bolivianos que se asientan en los campamentos, la itinerancia de estos y la trashumancia de las familias que en ocasiones están en un campamento, pero luego aparecen en otro o definitivamente desaparecen del Campamento.
NUEVO PLAN
La misión es avanzar, con urgencia, con un mejor y más rápido manejo situacional para familias que habitan campamento. Para ello, se dispuso que la estrategia sea encabezada por el subsecretario Guillermo Rolando, en coordinación con la Secretaría Ejecutiva de Campamentos. Ellos tendrán la tarea de llevar a cabo tres líneas de acción: Erradicación, Urbanización y Radicación.
Así, para este año y en una primera etapa, se contempla el cierre de 68 campamentos a nivel nacional, priorizando aquellos que tienen un promedio de 26 años de antigüedad y están en zonas de riesgo. Acción que permitirá que 3.880 familias tengan una solución habitacional digna, de calidad y en la mayoría de los casos con una relocalizarse en la misma comuna que habita.