La extracción y criopreservación de células madre, y su potencial uso para el tratamiento de enfermedades a futuro, es una alternativa real hoy. Hasta hace poco, la única posibilidad de obtenerlas era del cordón umbilical al momento del parto. Sin embargo, con los avances de la ciencia y la medicina regenerativa, actualmente se pueden conseguir a través de otras fuentes, como la pulpa dental de niños de entre 6 y 12 años. Si bien esta fuente de células madre contiene sólo un tipo células, las llamadas mesenquimales, a diferencia del cordón umbilical que contiene los dos tipos de células madre, es una gran oportunidad para todos aquellos que no pudieron obtenerlo al momento del nacimiento.
“El procedimiento de obtención de las células madre parte con la indicación de extracción dental por parte de un odontólogo. Al interior de cada pieza dental existe un tejido mesenquimático, llamado pulpa dental, que contiene células madre. Esta pieza es cuidadosamente extraída y se coloca de inmediato al interior de un medio especial, que preserva el diente hasta llegar al laboratorio de criopreservación. Este será el encargado de hacer el proceso de extracción de células madre”, explicó la Dra. Constanza Uribe, Centro Odontológico Kinder Sonrisa.
Agregó que “uno de los mayores temores de los padres es que el niño sienta dolor durante el procedimiento. Pero gracias al sistema STA (Single Tooth Anesthesia), la extracción es indolora, pues se realiza bajo anestesia local administrada al diente por goteo, sin inyecciones ni agujas”.
Diversos estudios han demostrado que las células mesenquimales obtenidas desde el diente son de utilidad sobre todo para terapias en el área de la ortodoncia, ya que son capaces de aumentar o regenerar rápida y eficazmente de tejido óseo y la formación de dentina (parte interna del diente). Por ello, su uso es recomendado incluso para casos complejos donde la ausencia de hueso dificulta la colocación de implantes, en pacientes que sufren de periimplantitis (enfermedad que provoca la pérdida del hueso) cuando es necesario regenerar el hueso alveolar o elevar el seno maxilar.
El director médico de VidaCel -banco que almacena células madre-, Alejandro Guiloff, indicó que “hoy, las aplicaciones con células madre mesenquimales pueden curar enfermedades que hasta hace poco no tenían tratamiento. Estas células han tenido buenos resultados en terapias de ortopedia y traumatología, principalmente en el tratamiento de lesiones condrales, lesiones óseas, trauma raquimedular en etapa crónica y patologías tendíneas. Además, está en investigación clínica su uso en diversos tratamientos en medicina regenerativa La conservación de estas puede ser en cualquier etapa de la vida, pero mientras más joven, mejor. Por lo mismo, extraer estas células desde la pulpa dental entre los 6 y 12 años es una excelente opción si no se pudo realizar en el nacimiento”.