En la última cuenta de su administración, rendida este 1 de junio, la Presidenta de la República se refirió en grandes rasgos a cinco temas: educación, economía, protección de las personas, la vida en comunidad y la organización y vida política. En ella, pese a las dificultades, la Mandataria reconoce la importancia de las reformas educacionales –principalmente en lo relativo a gratuidad, inclusión y los acuerdos necesarios para el caso de la educación superior y perfeccionamiento de las escuelas municipales. En cuanto a economía, destaca la asociación de innovación, desarrollo de investigación como fórmulas para diversificar y generar nuevos emprendimientos a todo nivel, abandonando la excesiva dependencia de los recursos naturales sin agregación de valor.
Respecto a las personas, destaca las nuevas oportunidades para los discapacitados en todos los ámbitos y el compromiso de mejorar en los próximos meses las pensiones por sobre un 20 por ciento de lo que actualmente dan las AFP’s, y en salud además de las obras todo lo que se refiere a la prevención para la vida sana.
Es importante resaltar la mayor participación de las Energías Renovables No Convencionales, que han logrado bajar a casi la mitad el costo de la generación de energía, además de establecer una equidad para las tarifas residenciales que no superen el 10 por ciento entre las distintas comunas.
Resulta relevante reconocer el criterio de equidad territorial mediante acciones en las diversas localidades en nuestro país, como el Plan de Desarrollo de Zonas Extremas, que alcanza una cifra de dos billones de pesos. Con ello, además de la integración regional se propician las condiciones para descontaminar, y se genera una mejor calidad de vida. Importante es el incremento a un millón de kilómetros cuadrados de parques marinos, a los que se suman los cuatro y medio millones de hectáreas de parques de la Patagonia que hay que ajustar.
Junto con las medidas para mejorar el transporte público en Santiago, cabe mencionar que la importante cifra comprometida para la construcción de la Línea 7, debe tener su correlato con el desarrollo regional, como es una ley espejo, tal como la que se consiguió respecto al Transantiago.
En lo personal, quisiera reconocer el cómo la Presidenta honró los compromisos de reanudar los trabajos de la Carretera Austral sin trasbordos, detenidos por más de 35 años; el no facilitar, por sobre lo legal, el megaproyecto HidroAysén; el asociar a la creación de la Universidad de Aysén convenios internacionales con universidades e institutos de innovación; el retirar la ley denominada Monsanto que facilitaba los transgénicos, e incorporar el ordenamiento territorial por ley en la transferencia de funciones y servicios a las distintas regiones del país.
Sin dudas, ha sido un gobierno con muchas dificultades, ha tenido más de 16 catástrofes en menos de cuatro años, junto con las difíciles reformas no ha contado con un apoyo irrestricto de los partidos de su coalición, como claramente se puede apreciar en la última votación para la elección de gobernadores regionales este año 2017.
En sus palabras, la Presidenta Michelle Bachelet hizo un llamado a la unidad, que a estas alturas tiene que ser transversal en lo político, en lo territorial y en abrir espacios para nuevas expresiones políticas –con los independientes– y una verdadera autonomía en las regiones en bien del desarrollo armónico de Chile.
