Cinco medidas concretas para fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación en Chile de aquí al 2030, propuso esta mañana el presidente del Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo (CNID), Gonzalo Rivas, en la entrega de la nueva estrategia preparada durante dos años por los consejeros del organismo.
Estas son: Banda ancha para todo el país, un impuesto voluntario para que las empresas financien colectivamente I+D, recursos obligatorios de los ministerios para I+D, la elección de retos nacionales para el desarrollo y programas de Ciencias, Tecnologías e Innovación (CTI) para todas las escuelas.
Constituyendo el principal legado de esta administración del CNID, la nueva Estrategia de Innovación marca un pacto inédito entre sectores y también entrega una mirada no complaciente a lo que ha sido su propia historia, según explicó Rivas: “Nuestro diagnóstico es que, como país, no hemos logrado sostener políticas de mediano y largo plazo, en parte porque como Consejo no conseguimos el consenso necesario en el pasado. Ahora partimos por preguntarnos: ¿Por qué si todo el mundo declara que este tema es importante, no logramos avanzar? Y pudimos identificar dos bloqueos. El primero tiene que ver con las discrepancias ideológicas entre derecha e izquierda sobre el rol que debe o no jugar el Estado y la política pública, en la selección de áreas de producción a fomentar, o dejar que sea el mercado el que decida. El segundo obstáculo era la disputa sobre el rol que deben jugar ciencia, tecnología e innovación en la sociedad, con los economistas por un lado y los investigadores por otro”.
Para lograr superar esos bloqueos, el actual Consejo consideró en su composición un equilibrio tanto político como de miradas de desarrollo, incorporando al mundo de la ciencias, humanidades, lo social, la sustentabilidad ambiental, de modo que la estrategia propuesta pudiera efectivamente plasmarse en políticas de largo plazo. Así, fueron convocadas personas tan diversas como Carlos Álvarez, Luis Asenjo, Claudia Bobadilla, Pamela Chávez, Margarita D’Etigny, Juan Carlos de La Llera, Álvaro Fischer, Gonzalo Herrera, Rodrigo Jordán, Servet Martínez, Patricio Meller, Juan Rada, Bárbara Saavedra, Cristóbal Undurraga y Gonzalo Vargas.
Desde esta variada composición y de la invitación al diálogo a múltiples actores se llegó a una Estrategia que ya cuenta con un amplio respaldo, lo que se refleja en las opiniones que ya han vertido personas como Andrés Couve, Sonia Pérez, Alejandra Mustakis, Klaus Schmidt-Hebbel, Juan Claro y Carlos Montes.
Durante la ceremonia de entrega del informe, la Presidente Michelle Bachelet valoró el trabajo: “Lo que aquí vemos es el resultado de un diálogo comprometido, con propuestas que se sustentan en un trabajo serio. Y algo más: muchas de las propuestas están basadas en la voluntad y el coraje de hacer las preguntas correctas. No preguntas retóricas -de esas hemos tenido de sobra-; preguntas, a veces incómodas, que debemos plantearnos explícitamente para no desperdiciar oportunidades críticas.
Porque es fundamental que asimilemos una premisa central: lo que logremos en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación depende de cuánto estamos dispuestos a cambiar, incluso a sacrificar; cuánto queremos invertir en esfuerzos, recursos, en vencer resistencias”.
CINCO MEDIDAS
Las propuestas apuntan a expandir las capacidades de los diversos sectores de la sociedad para hacer frente a estos desafíos, pero con claridad del contexto económico en el que estamos. “Sabemos el nivel de compromisos financieros que tiene el Estado hacia el futuro. En consecuencia, simplemente decir que ‘hay que’ invertir más plata en ciencia, tecnología e innovación no soluciona nada, porque sabemos que las arcas fiscales están sumamente comprometidas por los próximos cuatro años, al menos. Entonces, era fundamental tratar de detectar mecanismos novedosos y distintos que permitieran solventar estas actividades”, sostuvo Rivas.
Propuesta 1: Retos nacionales para el desarrollo
Concordar un procedimiento que –incorporando las preocupaciones de las personas– permita seleccionar grandes desafíos país (resiliencia ante desastres naturales, energía solar, por ejemplo) donde la CTI pueda hacer una contribución relevante con un horizonte de al menos diez años.
Propuesta 2: Juntas de inversión empresariales para I+D+i sectorial.
Establecer una contribución para realizar I+D+i en torno a los desafíos colectivos de un sector económico, bajo la conducción y administración de las empresas del sector organizadas para esto.
Propuesta 3: CTI para un Estado que comprende y se anticipa.
Destinar un porcentaje del gasto total de cada ministerio para el financiamiento de la I+D+i, que responda a desafíos de largo plazo y temas de relevancia pública, concordados transversalmente.
Propuesta 4: Banda ancha y Estado digital desde Visviri a Cabo de Hornos.
Promover una amplia digitalización de los servicios que realiza el Estado, de forma que se generen condiciones de infraestructura digital que permita el intenso despliegue de las redes y su aprovechamiento por parte de las pymes y la ciudadanía.
Propuesta 5: Ciencia, tecnología e innovación en el corazón de las escuelas.
Llevar en 5 años la CTI a todas las escuelas y liceos públicos de Chile, a través de espacios de encuentro y codiseño entre los mundos de las ciencias y la educación.