Fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas en conjunto con detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) incautaron cigarrillos, ropa y calzados falsificados de contrabando en los terminales de buses terrestres de Arica.
El operativo se efectuó sobre la base de una planificación estratégica por parte de Aduanas y PDI la cual tiene como objetivo evitar el tráfico ilegal de mercancías. De acuerdo a lo anterior, se emitió una resolución de Entrada y Registro a los locales y oficinas de ambos terminales.
Los equipos actuaron en forma paralela en los dos registros y detectaron diversos puntos de acopio, por lo que se solicitó la documentación que avalara la importación al país. Al no ser aclarado el ingreso, se procedió a incautar la totalidad de los productos.
En definitiva, se decomisaron 8.587 cajetillas de cigarrillos de las marcas Pine, Carnival, Esse Change y Fox; 1.595 prendas de vestir que imitan las marcas Lippi, North Face, Columbia, Nike, Adidas, más diversas camisetas de equipos de fútbol y 54 pares de calzados falsificados. El cálculo de evasión fiscal supera los $21 millones.
Roberto Romero Alegría, director regional de la Aduana de Arica, destacó el resultado positivo del procedimiento y enfatizó en la importancia del apoyo entre instituciones “en definitiva pudimos sacar de circulación mercancías de dudosa procedencia, las cuales atentan contra la salud de las personas y falsificaciones que dañan el comercio ariqueño establecido. Es fundamental seguir fortaleciendo el trabajo en conjunto con todas las instituciones, ya que es la única forma de seguir logrando resultados positivos con el fin de proteger a nuestros ciudadanos”.
Por su parte, el subprefecto Emilio Massú Morales, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la Policía de Investigaciones, valoró el trabajo de ambas entidades “es un aporte loable en pos de la seguridad pública el hecho de que organismos del Estado trabajen mancomunadamente. En este caso se hizo una labor prolija, la cual nos permitió contribuir a garantizar la estabilidad económica de nuestra región al haber sacado de circulación especies que no cancelan sus impuestos respectivos”.
Finalmente, todos los dueños de locales que servían como lugar de acopio fueron acusados de contrabando según el Artículo 168 de la Ordenanza de Aduanas y quedaron apercibidos. Los involucrados se exponen a penas privativas de libertad y multas de hasta cinco veces el valor de las mercancías.
