A partir del 2009, el acoso en las escuelas finlandesas disminuyó drásticamente gracias a KiVa, un método revolucionario para enfrentar situaciones en las que un estudiante o un grupo de estudiantes hostiga de forma sistemática a un compañero.
KiVa (acrónimo de Kiusaamista Vastaan, que en finés significa en contra del bullying) es un sistema que se desarrolló en la Universidad de Turku, sureste de Finlandia, y que logró eliminar el acoso en cerca del 80% de las escuelas y lo redujo en el otro 20%, como publicó el diario BBC.
Tras este éxito son cerca de 20 países europeos que decidieron implementarlo y ahora, varias instituciones educativas en países de América Latina -entre ellos Argentina, Chile, Colombia y Perú- están empezando a usarlo.
ROL DE LOS TESTIGOS
La clave de KiVa es que, a diferencia de las metodologías tradicionales, además de trabajar con las víctimas y los acosadores, "incorpora a los testigos", es decir, toma en cuenta a las personas que se quedan calladas y sufren pasivamente el acoso.
“Aunque los testigos no son los protagonistas obvios de la historia, con su silencio o sus risas refuerzan el poder del agresor. De esta manera, se trabaja con los observadores para que puedan tomar conciencia de su rol en esta situación y al modificar su comportamiento, el agresor pierde su público”, explicó para BBC Francisca Isasmendi, psicopedagoga argentina. Y agregó que "cuando el grupo lo deja de apoyar y se queda solo, el acosador para".
CÓMO ACTÚA KIVA
Una vez que se identifica en la clase una situación de acoso, un equipo entrenado trabaja siguiendo un protocolo específico con la víctima, el acosador y los testigos de forma individual, sin enfrentarlos.
Si bien a nadie le gustar ser partícipe en una situación donde se violenta a una persona, muchos niños no saben qué hacer para salir del paso o cómo defender a la víctima
ANTES DE QUE OCURRA
Otro componente fundamental -en el que participan todos- es la prevención mediante lecciones y actividades que se imparten dos veces al mes, durante 45 minutos, donde no se habla de casos particulares sino de conceptos generales.
Todas estas actividades apuntan a crear un ambiente amable, generoso y respetuoso con los demás. Se les enseña a los niños a diferenciar entre un conflicto entre pares (aceptable) y una situación de bullying, que no debe ser tolerada.
Y este trabajo de prevención y concientización alcanza también a los padres y a los docentes.
Isasmendi reconoció que es un trabajo lento pero que da resultados, aunque paradójicamente ahora, según su experiencia, parece haber más casos. No es porque antes no ocurriesen, aclara, sino que "ahora se ven más porque hay una mayor conciencia de que no es normal que esto pase".
ADAPTADO PARA AMÉRICA LATINA
En América Latina, el método ha sido modificado en algunos aspectos -como en la inclusión de la participación familiar- después de consultar con Finlandia.
"Los docentes aquí necesitan más apoyo que en Finlandia, porque ellos allí tienen más autonomía y más tiempo para preparar sus clases". Explicó para BBC Mundo Tiina Mäkelä, directora del programa KiVa del Instituto Escalae en España y entrenadora del programa en los países de habla hispana.
Otro punto es la colaboración con las familias.
"Muchas veces en América Latina, en vez de colaborar se busca a los culpables: la familia culpa a la escuela y viceversa. En vez de buscar culpables hay que buscar soluciones", agregó Mäkelä.
En un ambiente ameno y relajado, el aprendizaje se hace más fácil.
Para Isasmendi, se trata mucho más que de una herramienta válida para intervenir en un medio escolar. "Es más que un programa antibullying. Es una filosofía de vida que apunta al bienestar escolar, a crear un clima de trabajo donde los chicos puedan tener tolerancia y respeto".
