ELECCIONES CONSEJERO AYMARA

Sr. Director:
El pasado 21 de febrero, mientras gran parte de la población aymara celebra carnavales, se realizó en dependencias de la CUT, una elección, con escasa convocatoria, precedida por una serie de irregularidades.
Lo primero que hizo cuestionado Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) fue colocar una serie de barreras burocráticas para impedir la participación masiva de los hermanos y hermanos aymaras. La primera de estas trabas fue exigir, a las organizaciones de Arica, que fueran dejar el listado de sus asociados, a las oficinas de la consultora que apoyaba técnicamente Tricel, lo que al menos implicaba dos trámites, uno para ir a la Conadi a pedir el listado y otro para ir dejar el listado a la consultora. Cuando lo correcto era que el Tricel o la consultora pidieran directamente el listado de las Asociaciones indígenas de Arica a la Conadi.
No contento con esto, la inscripción de asociaciones no se podía hacer en cual momento, sino el 18 de diciembre (antes de Navidad) o el 8, 15, 22 o 29 de enero en horario de oficina.
Los aymaras acreditados, pero que no eran socios de ninguna asociación, debían ir personalmente inscribirse para poder votar, también con las mismas restricciones, además de llevar la acreditación indígena, fotocopia del carnet y certificado de residencia. Solicité mediante correo electrónico, a 2 miembros del Tricel, información y antecedentes sobre el proceso eleccionario y estos correos nunca fueron respondidos. Posteriormente, recibí un oficio formal en mi domicilio, donde Tricel me informaba que no tenía ni correo electrónico ni celular y sólo se podían hacer consultas por oficio a la dirección de la consultora antes de una fecha determinada.
La segunda irregularidad fue la utilización de un estatuto del Consejo Nacional Aymara por parte del Tricel, no validado por la bases aymaras y el desconocimiento el primer estatuto, el cual señalaba que solo votan presidentes de organizaciones.
Siguiendo con las irregularidades, una reconocida dirigente expresó que quedó fuera del proceso eleccionario, puesto que al Tricel se extravió un documento de su candidatura y que no le avisaron para que subsanara esta situación, aun habiendo plazo para ello, lo que constituye, sin lugar a dudas, una mala fe descarada. En consecuencia, la dirigente fue sacada por secretaria y nunca pudo presentar su candidatura.
El Tricel no respetó las fechas sagradas del pueblo aymara, para la celebración del carnaval andino o la anata, puesto que, el 21 de febrero, la gran mayoría de las personas que conservamos valores aymaras, estamos en nuestras comunidades bailando al son de las tarqueadas. Esto, sin lugar a dudas, se hizo deliberadamente.
En el local de la CUT, el día de las elecciones, había un cartel que prohibía expresamente tomar fotos, haciendo el proceso más oscuro. Habría que preguntar, por qué el Tricel no quería que hubiera registros objetivos del proceso.
Por otro lado, un testigo me señaló su molestia, porque le costó mucho inscribirse para poder votar, pero a la hora de votar sólo le pidieron el carnet y no se cotejó con el padrón que había hecho el Tricel, manifestando que, de esa manera, podría haber ido a votar cualquiera sin haberse inscrito de antemano, ya que había una sola persona atendiendo a la hora que votó.
El lugar de las votaciones fue informado un día antes de las elecciones, con un pequeño aviso en sección de avisos económicos del Diario la Estrella de Arica, sin que se sepa si les mandó una carta a las organizaciones o que se conozca en cuantas radios y por cuánto tiempo se anunció la noticia.
La participación en este proceso fue mínima y datos no confirmados señalan que los candidatos más votados no habrían sacado más de 60 votos cada uno, para un universo de aymaras de miles de personas en la ciudad de Arica, por lo que el proceso dado los antecedentes es ilegítimo y no representativo.
Por lo anterior, llamo a las organizaciones y personas aymaras a no dejarse engañar y apoyar una nueva elección, masiva, transparente, informada, donde se den facilidades para votar y que se inscriban todos los candidatos que lo deseen.
Atentamente,
Walter Quispe Medina, ankari@gmail.com